Qué pasaría si no pudieras ver el rostro de tu familia?
I’m Home está basado en el manga seinen del artista Ishizaka Kei, el cual ya había sido adaptado a dorama en el 2004 por el canal NHK. También cabe destacar que el manga ganó en 1999 el premio a «Agency for Cultural Affairs Media Arts Festival Grand Prize».
Ieji Hisashi es el tipo “salaryman” japonés que trabaja en una compañía de seguros. Ieji sufre un accidente por lo que pierde parte de su memoria, no recuerda nada de los últimos 5 años. No puede recordar a su esposa, con la cual lleva 5 años de casados, tampoco recuerda a su hijo de 4 años, lo peor no es que no pueda recordarlos si no que ve máscaras en sus caras, lo que le impide ver las expresiones faciales de ambos. Ieji se siente confundido, aún tiene apego por su anterior esposa de la cual se divorció hace 5 años y por la hija de ella.
Aquí empieza el viaje de Ieji por descubrir qué paso en esos 5 años. Su única pista son las 10 misteriosas llaves de las cuales tendrá que ir una por una averiguando qué abren y de esa forma irá recobrando fragmentos de su memoria. Poco a poco se irá dando cuenta que el accidente lo cambió por completo, ya que él era una persona fría, calculadora, a la que solo le importaba el trabajo, entonces tendrá que enfrentarse a su pasado.
En una libreta, nuestro personaje apuntará todo lo que recuerde, en este tachó el nombre de la persona a la que más ama.
I’m Home es un viaje de auto descubrimiento, en la que Ieji Hisashi, interpretado por el talentoso actor Kimura Takuya, trata de descubrirse a si mismo. Quién es y quién fue son las dos preguntas más importantes que debe hacerse, además no solo tendrá que indagar su pasado a nivel personal si no en el pasado que hay detrás de su carrera en estos últimos 5 años, por qué se divorció de su anterior esposa y el por qué se casó inmediatamente con Megumi (Ueto Aya).
Todo esto hace de I’m Home un dorama de “misterio familiar” muy entretenido en el cual se aprecia el crecimiento de los personajes principales, en el que se nos presenta una familia que en apariencia lo tiene todo, pero que en realidad es totalmente disfuncional, logrando crear una trama interesante que avanza capítulo a capítulo sin caer en la monotonía, algo cada vez más frecuente en ciertos formatos de dorama.
En lo que es estética, las máscaras blancas que ve Hisashi en su familia le dan un toque original al dorama, y nos permiten apreciar mejor la frustración que siente el personaje al no poder saber la expresión que tienen en el rostro su esposa e hijo. Además, tendremos variedad de personajes secundarios, cuyas historias se conectarán con Ieji e iremos descubriendo junto a él los detalles de estas. En este sentido, la obra es muy interesante ya que vamos descubriendo la trama al mismo tiempo que el personaje principal, lo que ayuda al aura de misterio que hay alrededor de la historia.
En definitiva una historia muy humana, con personajes muy bien logrados y mi favorito de la temporada pasada.