En un mundo cada vez más interconectado y con la creciente adopción del trabajo híbrido, la seguridad de los datos se ha convertido en un asunto de máxima importancia para las organizaciones. En este contexto, un reciente informe de Kingston Technology Company, Inc., líder mundial en productos de memoria y soluciones tecnológicas, pone de manifiesto un aumento del 25% en la pérdida de dispositivos electrónicos en el sistema de transporte de Londres durante el periodo 2022/23. Este hallazgo no solo plantea un serio desafío, sino que también señala la urgencia de reflexionar sobre la protección de los activos digitales en un entorno en constante evolución.
El Riesgo en Cifras
Los datos obtenidos mediante una solicitud de acceso a la información de Transport for London (TFL) revelan una tendencia inquietante: la pérdida de dispositivos se ha vuelto más frecuente en los medios de transporte más utilizados en la capital británica. Los autobuses, taxis, London Overground, London Underground, TFL Rail y Docklands Light Railway han sido afectados por esta preocupante situación. Pero lo más inquietante es el incremento del 39% en las pérdidas en el metro de Londres y del 40% en los trayectos en taxi, en comparación con el año anterior.
Este fenómeno no es exclusivo de Londres; se puede extrapolar a las grandes ciudades y debería alertar no solo a nivel organizacional, sino también como individuos, sobre cómo salvaguardar la información más valiosa en un mundo en constante movimiento.
Los Datos en Peligro
La movilidad se ha convertido en la norma, y los dispositivos de trabajo almacenan una cantidad considerable de datos sensibles de la empresa, que van desde contraseñas y documentos hasta información financiera y datos de clientes. Exponer esta información a terceros puede acarrear consecuencias graves, desde sanciones legales debido a regulaciones como el GDPR y el CCPA, hasta la pérdida de secretos comerciales, datos de empleados y daños a la reputación de la organización.
En el entorno de la oficina, las estrategias de seguridad informática suelen estar bien definidas. Sin embargo, fuera de este contexto, los dispositivos ya no cuentan con los mismos niveles de protección. Este es un problema que afecta a todos, ya que cualquiera podría dejar accidentalmente un dispositivo en un taxi o en un tren. Las organizaciones deben prepararse para esta posibilidad y asegurarse de garantizar la seguridad tanto de sus empleados como de los datos de la empresa.
La Solución: Encriptado Basado en Hardware
Entonces, ¿cómo proteger los datos en movimiento? La respuesta radica en el encriptado basado en hardware. Al utilizar dispositivos de almacenamiento que ofrecen encriptado basado en hardware, es posible estar seguro de que, en caso de pérdida o robo del dispositivo, los datos contenidos en él estarán a salvo de manos no autorizadas.
La línea Kingston IronKey de unidades flash USB encriptadas y soluciones de almacenamiento SSD externas es una herramienta fundamental para garantizar la seguridad de los datos móviles. Estas soluciones cuentan con un estándar de cifrado avanzado (AES) de 256 bits y seguridad certificada por FIPS, lo que prácticamente imposibilita el acceso a los datos por parte de terceros en caso de pérdida o robo del dispositivo.
Es importante destacar que el encriptado basado en software no ofrece la misma protección. Las unidades USB sin encriptar adquiridas en tiendas, junto con software de encriptación, pueden ser vulnerables a ataques de fuerza bruta y otras amenazas, lo que pone en riesgo los datos de la empresa.
«Nuestro informe sobre la pérdida de dispositivos en el sistema de transporte de Londres es una llamada de atención para que todas las organizaciones revisen y mejoren sus estrategias de seguridad», enfatizó Cristian Reyes, Territory Manager en Costa Rica de Kingston. «La ciberseguridad en la era de la movilidad es un desafío que no podemos subestimar. El encriptado basado en hardware, como el ofrecido por Kingston IronKey, representa una solución confiable para proteger los activos digitales de las empresas en un mundo en constante movimiento. La inversión en la seguridad de los datos es una inversión en el futuro de la organización».