“Kujaku no Dance, Dare ga Mita?” o ¿El Pavo real bailaba? como la encuentran en Netflix, es un drama de misterio y thriller, con una produción que destaca entre los dramas del 2025.
Basada en el manga homónimo de Asami Rito, este drama nos presenta a Komugi (Hirose Suzu), una universitaria que vive con su padre, un exagente de policía. La historia da un giro oscuro cuando, en plena víspera de Navidad, su padre es asesinado. La única pista: una carta con la frase “falsa acusación”. El caso parece resolverse pronto con la detención de un sospechoso, pero Komugi descubre que el acusado es el hijo del hombre que su padre envió a prisión hace más de dos décadas. Así comienza una doble investigación que entrelaza presente y pasado, verdad y venganza, de la mano del abogado Matsukaze Yoshiteru (Matsuyama Kenichi).
El drama está cargado de simbolismos, y detalles esteticos, con un estilo cinematográfico (fotografía, banda sonora e iluminación) que refuerza la atmósfera de thriller. Peca un poco en el ritmo ya que es un poco irregular, pero los puntos de giro valen la pena, y ya avando el drama seremos bobardeados por revelaciones emocionantes, dandole a la danza del pavo real su verdadero significado y haciendonos querer ver los ultimos episodios de corrido.
El drama se centra en las relaciones entre padres e hijos, la herencia emocional y moral, el peso del pasado sobre quienes buscan justicia. Aquí es donde el guion encuentra fuerza, y donde actores como Fujimoto Takahiro quien interpreta a Akazawa Tadashi brillan con fuerza.
El ending Elf de Ado aporta dramatismo al final de cada episodio, lo que me pareció una elecció bastante acertada.
“Kujaku no Dance, Dare ga Mita?” no es un drama perfecto. Ya que algunas veces no avanza tan rapido como esperariamos, o alguanos detalles pueden parecer algo forzados. Pero si se le da la oportunidad, será recompensado con un desenlace sólido, emotivo y profundamente humano.
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