Una historia que mezcla risas y verdades dolorosas sobre el amor moderno.
Los Roses, la nueva película con Olivia Colman (The Crown) y Benedict Cumberbatch (El esquema fenicio), ya está en cines. En ella podemos ver la sátira más cruda y real de lo que se refleja en un matrimonio que perdió su comunicación, su esencia y, sobre todo, su amor. En casi dos horas de metraje, el director Jay Roach adapta el libro The War of the Roses a la gran pantalla de una manera peculiar y muy realista. Sin más, los dejamos con nuestras impresiones sin spoilers de lo que promete ser una de las películas más aclamadas en las galas del 2026.

Los Roses de un matrimonio que está terminando
Los Roses muestra cómo la fórmula de la estrella en ascenso nunca falla. ¿Cuál es esta fórmula? Fácil: una estrella en ascenso siempre viene de la mano de la caída de otra. En el caso de esta película, vemos cómo el aclamado arquitecto moderno Theo (Cumberbatch) ve cómo su carrera se va a pique por un simple error, mientras que la de su mujer Ivy (Colman) despega. De manera irónica, ese ascenso se convierte en la causa indirecta de la caída de Theo. Así, ambos hacen un cambio de roles: Theo se convierte en padre de hogar y su esposa Ivy pasa a ser la proveedora de la familia.
Con este argumento, vemos de manera drástica y satírica cómo el matrimonio y la familia poco a poco comienzan a fragmentarse. Primero por la falta de comunicación, pero también por los celos, la envidia, el ensimismamiento y, sobre todo, por dar la relación por sentada. Ambos dejan que estos sentimientos negativos los consuman por dentro sin pronunciar una sola palabra, hasta que ya es demasiado tarde. Crudo y real, si nos ponemos solemnes, pero indudablemente cierto en muchas relaciones.

Del amor al odio y de la admiración a la envidia
Jay Roach no solo se propuso adaptar la exitosa novela de humor negro, sino también incorporar elementos muy personales: peleas de pareja, la nula comunicación en algunos matrimonios y la envidia al éxito que, a veces, se cuela en las relaciones actuales. Todo esto impide el orgullo por los logros del otro y erosiona el amor. Eso es justamente lo que vemos en Los Roses: todo lo bueno que le sucede a Ivy opaca a Theo y desata sus celos, sin que ninguno de los dos haga algo por evitarlo.
El variopinto grupo de artistas que completa el elenco aporta frescura a la película. Los Roses refleja a las parejas actuales que, en muchas ocasiones, se ven influidas por factores externos: el temor al qué dirán o los consejos (buenos o malos) de amistades que apenas conocen la relación y que ignoran lo que ocurre puertas adentro. En este sentido, las actuaciones de Kate McKinnon (Minecraft) y Andy Samberg (Spiderman: Across the Spider-Verse) destacan. Rompen con el molde del típico “mejor amigo” del protagonista y terminan siendo detonantes de la vorágine de hechos del tercer acto.

Conclusiones
Los Roses es una película para disfrutar en pareja o con amigos. Deja un mensaje claro a quienes piensan que callar resolverá los problemas, o a quienes creen que sus amigos tienen la relación perfecta. La realidad es otra: solo cada pareja sabe lo que ocurre de puertas hacia adentro. Más que invitados a verla en cines y a reírse con el humor satírico y oscuro de esta mirada hacia un matrimonio que ya no se soporta. Nos vemos en la próxima reseña.
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