La compañía ve un potencial similar al salto del PS1 al PS2 tras sus recientes adquisiciones.
Sony continúa fortaleciendo su presencia en la industria del anime y, según el director de desarrollo global de IP, Toshimoto Mitomo, la división se encuentra en una etapa comparable al periodo entre el lanzamiento del primer PlayStation y la llegada del PS2. La declaración llega después de una serie de movimientos estratégicos que incluyen la compra de Crunchyroll en 2021 por 1.175 millones de dólares y el aumento de su participación en Kadokawa a finales de 2024 para co-producir anime, ampliar su distribución global y explorar adaptaciones en cine y televisión.
Más recientemente, el mes pasado Sony adquirió un 2.5% de Bandai Namco con el objetivo de expandir la comunidad global de fans de anime y manga, y fortalecer el compromiso de los seguidores ante un mercado en rápido crecimiento. Estas inversiones han comenzado a dar frutos, como lo demuestra el éxito de Demon Slayer: Infinity Castle, que batió récords en Japón con el mayor estreno de fin de semana en la historia del país.
La comparación con la era del PS1 sugiere que Sony ve un potencial de expansión masivo en su negocio de anime, similar al que logró en la industria del videojuego al pasar del PS1 al PS2. Mientras su estrategia en juegos como servicio enfrenta obstáculos, la compañía parece apostar con fuerza por el anime como un pilar clave de crecimiento y posicionamiento global en los próximos años.
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