Reseña – Final Fantasy VII Rebirth (PlayStation 5)

Salgamos de Midgar y entremos a una de las aventuras más esperadas del año.

Es hora de continuar con el primer disco del mítico Final Fantasy VII de la PlayStation 1, donde Cloud y compañía finalmente saldrán al mundo de Gaia en busca de Sephiroth. De hecho, algo que debemos destacar aquí es que el equipo de desarrollo de Square Enix tenía un reto mayor que con Remake, ya que las expectativas estaban a lo más alto y con mucho contenido por delante tras el final del primer juego.

Hay que admitir que el mundo ha sido recreado de una gran forma, con nuevos añadidos a la trama del juego original y mecánicas actualizadas a lo que es ahora Final Fantasy, algo que de hecho desde Final Fantasy XV hemos ido viendo, y que se reafirmó aún más en Final Fantasy XVI. Sin embargo, si hay áreas en Final Fantasy VII Rebirth que se pueden sentir un poco extendidas o sobrecargadas, pero esto es algo que se ha hecho de tal forma que esta parte de la aventura pueda ser presentada como un juego propio y que siga la misma línea de Remake. Claro está, esto no es negativo, ya que incluso el contenido fuera de la historia se vuelve muy entretenido.

Para efectos de esta reseña, hablaré de formas muy generales sobre la historia y otros elementos del juego, ya que para los fans de Final Fantasy créanme que valdrá más la pena que experimenten por ustedes mismos la aventura y, en especial, las sorpresas se las lleven ustedes y no por que se las contamos. Si no jugaste a Final Fantasy VII Remake, lo cual en realidad tuviste que haber hecho, en el menú principal encontrarás un vídeo de recapitulación del juego, entonces podrás refrescarte o enterarte de la historia y comenzar a jugar.

Como sucedió con Remake, en Rebirth el juego viene cargado con nuevas escenas, conversaciones y muchas misiones secundarias que afectarán la historia original del juego; de hecho, a veces siento que no estoy jugando a Final Fantasy VII y creo que eso está bien, ya que parece una reinterpretación del juego original, pero siempre manteniendo un hilo conductual similar al juego original. Esto sumado a la banda sonora que ahora ha sido hasta orquestada es todo un deleite, ya que si algo tiene Final Fantasy es un trabajo musical impresionante. Todos los personajes siguen en lo suyo, como Cloud con sus recuerdos, Barret y Tifa mantienen su meta de derrotar a Shinra, Red XIII quiere regresar a su hogar y Aerith sigue aprendiendo más sobre su pasado. Las cutscenes en el juego son perfectas para ver más de los personajes y su desarrollo, aunque habrá por ahí otro personaje que ayudará a darle un poco más de misterio al juego. Eso sí, a partir de la mitad del juego es cuando nos desviamos un poco más del material original del juego y aquí es donde te digo que siento que estoy jugando a otro Final Fantasy VII, incluso creo que vale la pena jugar al original (después de terminar este juego) para comparar y refrescar aún más la historia; a fin de cuentas es un clásico que nunca muere.

La mayor parte de las misiones secundarias nos dan la opción de interactuar con nuevos personajes y otros NPC que vimos en Remake. Aparte, estamos hablando de un juego con elementos RPG, estas misiones nos ayudarán a trabajar en las relaciones con otros miembros del equipo. De esta forma incluso desbloqueamos escenas especiales un poco más adelante del juego. Si bien este aspecto se agradece, no es de los puntos más pulidos del juego, donde se pudo haber aprovechado mejor el sistema social del juego con los otros personajes, los impactos reales que estas relaciones pudieron haber tenido en la trama, pero al final del juego nos dejan más preguntas que respuestas para el futuro de esta historia.

Ahora, siguiendo con los aspectos del juego, se mantiene el sistema de combate a tiempo real de Remake, aunque con algunas mecánicas adicionales, así como habilidades y skills. Si bien este fue un punto que dividió a la comunidad en su momento, soy alguien que disfruta de los ARPGs y los hack & slash, por lo que el sistema de combate me sigue pareciendo entretenido y de los mejores aspectos del juego. Golpear a los enemigos con ataques básicos aumenta el ATB y este medidor podemos utilizarlo para lanzar hechizos, usar elementos y aprovechar las habilidades de los personajes. Los enemigos también tienen su propio medidor de aturdimiento que puede aumentar al explotar su debilidad elemental o evadiendo sus ataques con precisión. Al llenarlo, suelen aturdirse y les generaremos más daño.

Cada personaje será distinto de usar, y el mismo juego tiene secciones donde nos obligará a dividirnos y utilizar ciertos personajes, algo que agradezco siempre ya que me obligan a aprender a usar a toda mi party. En Rebirth tendremos además muchas oportunidades para mejorar al personaje más allá de subir niveles, ya sea con materia y dándoles AP, esto hace que mejorar nuestras armas y armaduras sra necesario conforme vamos avanzando en el juego. Cada arma nueva, por ejemplo, nos permite aprender una habilidad distinta de forma permanente, mientras que otros accesorios mejorarán los stats de nuestros personajes. La progresión por niveles es pareja, por lo que recibiremos el mismo XP para toda la party conforme derrotemos enemigos o jefes, así como al completar misiones. Recuerda además gastar tus puntos de habilidad, no están de lujo, son para mejorar a tu personaje.

A nivel de mundo, es un juego bastante grande. Veremos muchos detalles en los edificios, tiendas y calles; mientras que en otras áreas del mundo los ambientes también serán bastante verdes y llenos de vida. Siento que en eso al menos mejoró bastante a Remake, el mundo se siente mucho más grande y un tanto menos lineal. El nivel de detalle en cada área es increíble y veremos muchos objetos en pantalla, algo que incluso el PlayStation 5 logró correr bastante bien sin caídas de FPS o bajas en el rendimiento.

Y bueno, lo más importante a mi parecer, ya que el mundo es mucho más grande podremos montar un Chocobo y ahorrar tiempo respecto a irnos caminando. Incluso son un buen recurso a la hora de obtener recursos y detectar secretos en los mapas, también nos servirán para andar en terrenos un tanto más complicados y encontrar puntos de viajes rápidos.

Si quieres sacarle el máximo al juego y platinarlo, si te digo que tendrás un arduo trabajo por delante ya que muchas de las actividades secundarias son realmente demandantes de tiempo. Encontrar todo lo que hay que hacer y revelar todos los secretos del mapa requerirá de bastante tiempo, pero creo que este va a ser un punto más que positivo para los cazadores de trofeos, especialmente si se ponen a jugar a los mini-juegos o las actividades de los Chocobos. Si bien no todos somos completistas, estas actividades nos ayudarán a ganar XP adicional. Ah, y casi lo olvido, hay un mini-juego de cartas que te va a sacar sus buenas horas de juego.

Veredicto

Sí, efectivamente, Rebirth es otra carta de amor al juego original y un juego que debes probar este año. Lo mejor de Final Fantasy VII Rebirth es sin duda el nivel gráfico que logra y la cantidad de contenido adicional que tiene, se siente como una mejora respecto a Remake. Aunque su historia fue ampliada, si hay que admitir que algunas partes pueden ser lentas o sentirse más extensas de lo necesario, pero la mayor parte del juego es una gran aventura y una excelente experiencia para revivir un poco la nostalgia del juego original. Hay bastante contenido opcional al terminar el juego por primera vez, aunque como te mencioné algunos capítulos se sienten más largos de lo que deberían y alguna que otra misión muy repetitiva.

Si buscas completar la historia únicamente podrías durar unas 60 o 70 horas, aunque entre más side-quests decidas hacer más tiempo te va a llevar terminar el juego y fácilmente durarás más de 100 horas en Final Fantasy VII Rebirth. Pero recuerda, hacer este contenido será beneficioso ya que ganarás XP adicional, e incluso te acercarás más al Platino.

Información importante: reseña realizada gracias a un código para PlayStation 5 facilitado por Square Enix.

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