Sony presenta una revisión más ligera, pero con cambios que generan dudas.
La nueva versión de la PlayStation 5 Slim, que debutó en Europa, ha sorprendido al revelar varias modificaciones en su diseño interno y externo. El modelo ahora reduce la capacidad de su SSD de 1TB a 825GB, además de reemplazar el acabado brillante por un mate más económico. También se introdujo un nuevo disipador de calor y un ventilador sin protección metálica, lo que abarata la construcción, aunque mantiene un rendimiento térmico similar al modelo anterior en pruebas iniciales.
Pese a estos ajustes, el precio de la consola no se ha visto reducido, lo que ha levantado comparaciones con otras revisiones pasadas como el PS3 Super Slim, que sí ofreció un costo más accesible. Si bien estos cambios no representan un impacto inmediato en el desempeño, los jugadores se preguntan por qué, con materiales y capacidad reducidos, la compañía no aplicó un ajuste en el valor de venta.
A los rumores del PS5 Slim se suman nuevas especulaciones sobre un posible PS5 Pro, que mantendría el mismo SSD y precio, pero podría seguir la línea de materiales más baratos en su construcción. Además, circula la posibilidad de un DualSense revisado con batería removible, lo que extendería la vida útil del control. Todo indica que Sony aún tiene planes de seguir ajustando su hardware antes de que termine 2025.
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