Cuando el invierno no para, gobernar ya no es solo sobrevivir, ahora es decidir quién merece vivir.
Frostpunk fue un juego bastante interesante cuando se lanzó por allá de 2018, especialmente por que esa combinación de city-builder con supervivencia en un mundo apocalíptico congelado, nos obligaba a tomar decisiones morales tan duras como reales. Su atmósfera oscura, la necesidad constante de recursos y la lucha por mantener viva a nuestra población lo convirtieron en uno de los juegos favoritos de muchos jugadores. Ahora, con Frostpunk 2, sus creadores decidieron no limitarse a solo reciclar la fórmula que hizo tan bueno al original, sino expandirla a una escala es mayor, donde veremos decisiones más profundas que afectarán no solo al peso narrativo, sino a toda la sociedad que construimos. No solo lucharemos contra el clima helado, también deberemos lidiar con políticas, facciones y visiones de futuro muy distintas a las que podríamos tener como gobernantes.
Frostpunk 2 ocurre unas cuantas décadas después de la tormenta original, con una humanidad ya asentada en el frío, una sociedad en ruinas y quienes quedaron intentando luchar por mantener su legado en medio de tanto caos. El juego explora cómo reconstruir no solo una ciudad en el sentido literal, sino también en cómo nuestras decisiones moldean un futuro bajo nuevas reglas sociales. Esta apuesta narrativa logra momentos muy potentes, con dilemas éticos genuinos que nos llevan a cuestionarnos qué tanto estamos dispuestos a sacrificar por la supervivencia. Aunque la campaña podría sentirse un poco más corta que la del juego original, todo el arco argumental cumple su papel al sumergirnos en una verdadera desesperanza por el presente, pero a la vez en la esperanza de algo mejor a futuro.
Respecto a las mecánicas y jugabilidad, Frostpunk 2 tiene un enfoque mucho más amplio que su predecesor, ya que no solo gestionaremos decenas o cientos, sino miles de habitantes, con distritos, expansión hacia colonias lejanas, ferrocarriles y decisiones políticas que realmente los afectan. El nuevo sistema de “consejo” y de facciones añade además una capa de decisión estratégica constante que no solo nos pedirá sobrevivir al frío, sino también mantener el consenso social. Esto es algo que realmente le aplaudo al juego, ya que la complejidad convierte cada partida en un rompecabezas muy intenso, ideal para quienes disfrutan planificar sus movimientos y tomar decisiones duras. Sin embargo, para jugadores más novatos esto puede llegar a abrumarlos al tener una interfaz menos intuitiva que el anterior, un tutorial basyante simple y, en realidad, cuesta bastante comprender cómo cada cambio afecta a la ciudad. Para quienes aman los sistemas de gestión profunda, esto más bien es un acierto, ya que no está presente la simplicidad del juego original y se siente una enorme evolución respecto al primer juego.
A nivel gráfico, Frostpunk 2 mantiene esa estética oscura y sombría del anterior, con ciudades nevadas, su ambientación postapocalíptica y ese diseño con toques de steampunk-industrial muy bien logrado. Los escenarios transmiten bien la desesperanza que se siente en el mundo, y la ciudad, aparte de ser más grande en esta entrega, da realmente ese sentido de grandeza, pero a la vez de soledad. Los personajes y ciudadanos, aunque son menos personalizables esta vez, se sienten parte de una metrópolis viva con su ambientación sonora, música y efectos de sonido que nos sumergen muy bien en el mundo. Este es sin duda uno de los puntos más fuertes del juego, ideal para quienes disfrutan de mundos con estética oscura, realistas y muchos detalles en pantalla.
Comparándolo con el Frostpunk original, este segundo título apuesta por un mundo mucho más ambicioso, donde el primer juego brillaba por su crudeza donde cada recurso contaba, cada muerte dolía, cada ciudadano importaba… Pero Frostpunk 2 lo amplía a otros niveles, ya que tendremos muchos más ciudadanos, más distritos, más complejidad, pero esto rompe un poco ese vínculo de cercanía que tuvimos en el primer juego. Donde antes cuidábamos a unas decenas de personas, ahora tendremos miles a nuestro cuidado; hay que admitir que esta escala mayor trae mucha diversidad y opciones estratégicas al juego, pero sacrifica parte de la inmersión emocional que hizo grande al primer juego. Otros detalles que vale la pena mencionar es que la versión para Xbox adapta los controles con un menú radial que organiza la gestión de facciones, exploración e ideas, aunque como ya sabes, este título forma parte del catálogo Play Anywhere, por lo que tu compra en Xbox también te permite jugarlo en PC si lo tuyo no es jugar con control. El juego nos ofrece diferentes estilos ideológicos según nuestras decisiones, por lo que podremos inclinarnos hacia un gobierno autoritario, o intentar construir una sociedad más humana, con consecuencias reales en las decisiones, pero debo admitir que la curva de aprendizaje en este sentido puede ser más alta, por lo que la experiencia en muchos momentos se siente compleja.
Veredicto
Frostpunk 2 es un digno sucesor que expande la fórmula original de su primera entrega, donde la supervivencia y estrategia son impulsadas hacia horizontes más ambiciosos y complejos, siendo un juego perfecto para quienes les gusta planificar y tomar decisiones con mucho peso moral. Sin embargo, se aleja totalmente de la fórmula más íntima del primer juego, donde se sentía un poco más crudo y teníamos cercanía real con los ciudadanos, ya que ahora gracias a esta escala eso se aleja un poco. Pero si debo decir que, en definitiva, Frostpunk 2 no solo evoluciona la saga, sino que incluso la llega a reimaginar. Espero que estés listo para construir una sociedad en medio del caos helado, y también decidir qué clase de gobernante quieres ser.
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Información importante: reseña realizada gracias a un código para Xbox Series proporcionado por Meridiem Games. Las distintas ediciones en formato físico de Frostpunk 2 podrás verlas en este enlace.

