El último parche rompe más de lo que arregla y los jugadores pierden la paciencia.
Battlefield 6 atraviesa uno de sus peores momentos tras el lanzamiento del evento Winter Offensive y el parche 1.1.3.0, que llegaron acompañados de un aluvión de errores. Desde su estreno el 9 de diciembre, el juego ha experimentado un desplome histórico en sus números de Steam, alcanzando su pico más bajo desde el lanzamiento. Problemas como fallos en el registro de impactos, errores de audio, congelamientos y un menú prácticamente inutilizable han llevado a la comunidad a describir el estado actual del juego como “injugable”.
La situación es igual de complicada en consolas y, aunque las fluctuaciones de jugadores son normales, la caída repentina tras el parche apunta a un update que claramente no funciona como se esperaba. Los usuarios reportan que el menú principal impide seleccionar modos de juego, algo que ni cambiar de control ni reiniciar parecen solucionar por más de unos minutos. El equipo de Battlefield reconoció la falla y aseguró que está investigando el problema, pero por ahora los jugadores simplemente están esperando un hotfix urgente que estabilice la experiencia.
Con una lista creciente de errores —que incluye manos invisibles en los modelos, vehículos desbalanceados, fallos en la zona de práctica, stuttering, rubber banding y cuelgues al abrir el scoreboard—, la comunidad coincide en que el Winter Offensive Update provocó más daño que mejoras. Hasta que llegue un parche de emergencia, Battlefield 6 se mantiene en un estado crítico que está alejando incluso a sus jugadores más dedicados.
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