Collective Shout defiende su campaña y acusa a Steam de ignorar sus denuncias por meses.
El grupo australiano Collective Shout, conocido por su postura en contra de la pornografía y contenido sexualizado en los videojuegos, ha emitido un comunicado tras recibir críticas por su reciente campaña. La organización aclaró que su objetivo no era eliminar todos los juegos para adultos, sino aquellos que incluían temáticas de violencia sexual, como rpe o incst. Según el comunicado, enviaron más de 3,000 correos a Steam sin recibir respuesta, lo que los llevó a presionar directamente a los procesadores de pago.
Como resultado de esta estrategia, plataformas como Itch.io optaron por retirar todo su contenido NSFW, al no poder garantizar qué títulos incluían las temáticas objetadas. Aunque algunos juegos podrían volver tras una revisión, no hay certeza sobre cuándo ocurrirá. Esta medida ha generado una ola de rechazo entre la comunidad gamer, que exige la restauración de los juegos eliminados y señala los riesgos de censura generalizada.
En paralelo, la industria ha comenzado a reaccionar. El organismo británico Ukie expresó su apoyo a la libertad creativa de los desarrolladores, siempre y cuando se respeten sistemas de clasificación por edad como PEGI. De acuerdo con Ukie, estas herramientas deberían ser suficientes para proteger al público sin necesidad de eliminar contenido, y tanto plataformas como procesadores deberían confiar en ellas para regular adecuadamente el acceso a videojuegos con temáticas sensibles.
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