Shawn Layden cree que la industria se equivocó al no aumentar gradualmente los precios con cada generación.
El debate sobre el precio de los videojuegos sigue encendido, especialmente tras el reciente lanzamiento de Mario Kart World a $79.99. Para Shawn Layden, exjefe de PlayStation, este tipo de aumentos no solo son necesarios, sino que debieron implementarse desde hace años. En una entrevista con PlayerDriven, Layden argumentó que si se hubiera subido el precio en $5 por generación, hoy pagaríamos cerca de $90 por juego, algo que —según él— estaría más alineado con la inflación y los costos reales de desarrollo.
Y es que crear videojuegos es más caro y arriesgado que nunca. Producciones cada vez más ambiciosas implican equipos enormes, años de trabajo y presupuestos multimillonarios. A pesar de eso, los precios han permanecido relativamente estables, mientras que el costo de vida no. El problema es que muchos jugadores sienten que esos mismos factores también los afectan a ellos, y pagar $80 o más por un juego les resulta insostenible. Para algunos, la subida de precios es inevitable; para otros, es una barrera que podría alejarlos de los títulos AAA.
Layden no es ajeno a las declaraciones polémicas. Ya en 2020 había dicho que muchos juegos actuales son demasiado largos y que preferiría un regreso a experiencias de 12 a 15 horas. Sin embargo, sugerir precios más altos mientras se promete menos contenido no parece la mejor combinación para ganarse al público. En una industria cada vez más competitiva, donde los indies y los juegos free-to-play ofrecen grandes experiencias por menos dinero, las grandes compañías tendrán que justificar muy bien cada centavo extra que pidan.
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