El nuevo título de Bungie enfrenta altas expectativas, polémicas internas y un entorno competitivo complicado de cara a su estreno en septiembre.
El desarrollo de Marathon, el próximo juego de Bungie, no atraviesa su mejor momento. Con su lanzamiento programado para el 23 de septiembre, el estudio enfrenta una crisis de moral interna, críticas por su beta cerrada, y una reciente controversia por presunto plagio. A pesar de esto, Sony y Bungie tendrían metas muy ambiciosas: según el periodista Paul Tassi, el título deberá posicionarse entre los cinco más vendidos del año para ser considerado un éxito.
Estas expectativas han sido calificadas de “imposibles” por el propio Tassi, quien argumenta que la tibia recepción del juego durante su beta es un mal indicador. Aunque se espera que futuras demostraciones generen mayor interés, Marathon deberá competir en un mercado saturado de shooters de extracción, con rivales como Helldivers 2, Arc Raiders y otros títulos similares ya en circulación o en desarrollo.
El panorama no es alentador para Bungie. Si bien su historia y el éxito sostenido de Destiny 2 le dan cierto respaldo, el fracaso de Marathon podría acarrear consecuencias internas severas. Ya ha habido casos recientes como el de Concord, otro juego de servicio de Sony que, al no captar suficiente audiencia, fue retirado y su estudio cerrado. Si bien no se espera que Bungie corra el mismo destino, los recortes de personal serían una posibilidad real.
Sigue a Revista Yume en Instagram, TikTok y Facebook.