Un informe anticipa aumentos de hasta $428 en hardware de videojuegos si se aplican todos los impuestos.
Un reciente informe publicado por la Consumer Technology Association advierte sobre las posibles consecuencias económicas de los nuevos aranceles impulsados por Donald Trump, especialmente para los gamers. Según el análisis de Trade Partnership Worldwide, si se implementan todas las tarifas propuestas, el precio promedio de una consola de videojuegos podría subir hasta un 69.4%, lo que representaría un aumento de aproximadamente $428 en el precio final para el consumidor.
Este escenario de “máximo impacto” también prevé aumentos significativos en laptops (34%), monitores (31.8%) y smartphones (30.8%), lo que afectaría seriamente el consumo tecnológico en Estados Unidos. En el caso particular de las consolas, el golpe es más fuerte porque el 87% de estos dispositivos se fabrican en China, el país más afectado por los nuevos aranceles. En consecuencia, el informe estima que se perderían $12 mil millones en gasto del consumidor solo en consolas, y hasta $69 mil millones en total.
Las consecuencias ya empiezan a sentirse: Microsoft anunció recientemente un alza de precios en todo el ecosistema Xbox, afectando consolas, periféricos y juegos propios. La noticia cayó como un balde de agua fría para los jugadores, especialmente en esta etapa del ciclo de vida de Xbox Series. Si todos los aranceles entran en vigor, podríamos estar ante una nueva era de precios impensados para el gaming.
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