El jefe de Xbox reafirma la importancia de la Series S en un mercado dominado por dispositivos portátiles y especificaciones variadas.
Cuando Microsoft reveló su estrategia de dos consolas, pareció una idea brillante: la Xbox Series X sería la consola insignia, mientras que la Xbox Series S estaría dirigida a jugadores casuales y funcionaría casi como una máquina para Game Pass. Sin embargo, varios desarrolladores, incluidos los de Black Myth: Wukong y ex empleados de Naughty Dog, han expresado que trabajar en juegos para la Series S es un desafío debido a la política de paridad entre ambas consolas.
En una entrevista reciente con el YouTuber Destin Legarie (vía VGC), Phil Spencer reafirmó su compromiso con esta política, destacando que el auge de las consolas portátiles ha consolidado el lugar de la Series S. Según Spencer, la experiencia adquirida optimizando juegos para esta consola beneficia también a dispositivos como la Steam Deck o la ROG Ally, que comparten especificaciones similares.
Spencer subrayó que la Series S actúa como un punto de referencia para el desarrollo de juegos adaptables a dispositivos de menor potencia. «Nuestros juegos han sido construidos para ser portátiles en muchas especificaciones diferentes», comentó. Esto, según él, ofrece una ventaja en un mercado que incluye PCs portátiles y nuevas consolas como el Switch 2.
El jefe de Xbox también mencionó que ha estado jugando Indiana Jones and The Great Circle en la Series S y que el juego luce y funciona de manera excelente. Para Spencer, esta mezcla de potencia y rendimiento es clave para el diseño de juegos de nueva generación, posicionando a la Series S como un elemento importante en la estrategia de Xbox.
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