[Reseña sin spoilers] El Conjuro 4: Los últimos ritos de una saga que aun se mantiene

El Conjuro la saga que redefinió el terror moderno llega a su último exorcismo… ¿pero de verdad es el final?

El Conjuro 4: Los últimos ritos acaba de estrenarse en cines y, de manera curiosa, ha sido el mejor estreno de la saga en cuanto a recaudación de taquilla internacional. Sin embargo, la crítica ha estado muy dividida respecto a si este cierre de la franquicia de terror del director James Wan dio o no la talla como última entrega. Pero bueno, ¿qué falló y qué funcionó en esta última cinta de terror? Veámoslo.

El Conjuro 4: ¿terror o película enfocada en la familia?

Sí, aunque cueste creerlo, esta vez James Wan se enfocó demasiado en darle protagonismo a los Warren: cómo llevan su día a día, sus problemas familiares, el paso del tiempo, su retiro como espiritistas y, sobre todo, cómo el pasado y los errores de sus inicios en la demonología los alcanzan en una edad vulnerable.

Ahora bien, para ser justos, recordemos que el lapso de estas películas abarca casi 20 años solo en la saga principal. Por ende, la cinta es más realista con el paso del tiempo y el desgaste de los protagonistas en cuanto a su profesión como demonólogos y voceros de la Iglesia, algo que el demonio en esta entrega sabe aprovechar.

Tal vez el declive de la película es haber presentado una historia tan intrigante como la de la familia Smurl, pero alejarse por completo de la posesión principal y dar más un enfoque a cómo el demonio de esta película siempre ha perseguido a los Warren y, además, tiene una deuda con ellos que quiere cobrarse a toda costa.

Es una lástima, porque la película, en cuanto a ambientación y trama, está muy bien adaptada. Los sustos son, en su mayoría, efectivos y poco predecibles, lo que mantiene al espectador al borde del asiento. Sin embargo, entre tanto valor familiar y el amor de padre a hija, se pierde un poco el hilo central.

Un demonio que refleja odio y terror

En esta última entrega de El Conjuro, Wan dio claras instrucciones a Vera Farmiga y Patrick Wilson, protagonistas que encarnan a Lorraine y Ed Warren: transmitir verdadero terror. La audiencia debe sentir el horror que experimenta Lorraine al temer perder a su hija en manos del diablo y cómo, poco a poco, Judy se acerca más a su don especial, atrayendo al ente que desde su nacimiento la quiere para él.

Ese horror se siente en los huesos desde el inicio, cuando se nos muestra un previo de lo que perseguirá a los Warren por años y que, por casualidad, termina en casa de una familia humilde y numerosa: los Smurl, quienes son acechados, atormentados, lastimados y casi asesinados por un ente demoníaco que ni siquiera tiene nombre.

Ahora bien, sabemos que estos entes o demonios, como en las películas pasadas, usan objetos o posesiones personales para acercarse y engañar a sus víctimas, como lo hizo en su momento el demonio que poseyó a Annabelle o Valak usando al fantasma del señor Wilkins. Esta vez, sin embargo, el mal toma la forma de un objeto tan cotidiano que incluso da escalofríos pensar que todos lo tenemos en casa y que, al mirarnos en él, podríamos estar viendo algo más detrás de nuestro reflejo: un espejo.

Pero no cualquier espejo, sino uno poseído por un demonio tan fuerte que es capaz de transmutar, poseer y engañar a los protagonistas. Es tan poderoso que se necesitó a toda la familia Warren para enfrentarlo y, aun así, sabemos que estos enemigos siempre regresan. ¿Lo veremos de nuevo en futuros spin-offs?

Conclusiones

El Conjuro 4: Los últimos ritos deja muy en claro que las películas de terror han cambiado mucho en los últimos años. Las fórmulas del típico jump scare ya no funcionan, y James Wan lo sabe. Sin embargo, el intento de mezclar drama familiar con misterio y suspenso no termina de cuajar, y quizá por eso la crítica está tan dividida.

Lo que sí podemos decir es que los sustos no faltan y que, aunque tal vez no esté a la altura de sus predecesoras, sí cumple con su objetivo: dar un cierre (y ojo acá) a la historia de Ed y Lorraine. Eso sí, la semilla está plantada en Judy, su hija. ¿Será que la veremos como protagonista en futuras entregas?

Por ahora, solo nos queda esperar. Más que invitados a ver El Conjuro 4: Los últimos ritos en los cines del país. ¡Hasta un próximo review!

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