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Reseña: Victory Heat Rally (Nintendo Switch)

Todo un homenaje a esos juegos noventeros que tanto nos enamoraron.

Victory Heat Rally es una propuesta bastante refrescante que nos trae de regreso esa sensación de los arcades de carreras. Desde el primer instante al entrar al juego, podemos ver como el juego tiene un enfoque 100% arcade, con carreras rápidas, controles sencillos que tendrán su tiempo para dominar, además de ese estilo visual que es nostalgia pura. Cada pista se siente como si fuéramos por una cápsula del tiempo, transportándonos a esa era dorada de los juegos noventeros, por lo que se lo recomendaremos a cualquier jugador que creció yendo a las maquinitas a gastar sus cincos, pero también es un juego apto para los jugadores más nuevos que busquen experiencias rápidas y entretenidas. Victory Heat Rally no viene a reinventar el género, como podrás ver, pero es un excelente tributo a la época.

Con una fuerte inspiración en clásicos como OutRun, Top Gear y Virtua Racing, Victory Heat Rally toma muchos de los elementos de estos juegos y les da un toque moderno a su forma, con un sistema de derrapes bastante adictivo y una estructura de carreras cortas y rápidas. Cada vehículo tendrá su propia personalidad y atributos que lo harán único a la hora de jugar, para así darle un poco más de profundidad a las carreras. El resultado del juego es una experiencia muy pulida y con buen balance, demostrando que hay mucho amor puesto en su desarrollo, algo que se aprecia gracias a su variedad de circuitos, manteniendo siempre fresca la experiencia de juego.

Comenzando con su jugabilidad, este es el punto más fuerte de Victory Heat Rally gracias a sus mecánicas de derrapes, donde se le premia al jugador cuando aprende a dominar el ritmo de las carreras y su precisión a la hora de correr. Además, el juego incluye varios modos de juego para explorar, como el modo Grand Prix, contrarreloj y multijugador local, dándole bastante rejugabilidad a nuestra compra. Por otro lado, la curva de dificultad está bien ajustada, volviendo al juego muy accesible para jugadores novatos y para los más veteranos que ya conocen este nivel de reto. Las físicas del juego son bastante exageradas para que se mantengan acorde al estilo del mismo, alejándose del realismo y buscando que el jugador realmente se entretenga a la hora de jugar y aprenda a dominar sus controles.

A nivel gráfico es donde me atrapó Victory Heat Rally, ya que ese estilo artístico retro con esos sprites en 2D y entornos simulando 3D luce muy bien, creando una atmósfera muy llamativa a la vista. Además, los escenarios son bastante variados, llenos de colores y con muchos detalles que dan ese estilo retro-futurista del juego. Los personajes son bastante carismáticos, un poco exagerados y con diseños bastante únicos dentro del estilo del juego, aunque siempre recordándonos a los pilotos de juegos clásicos del mismo género. Finalmente, en este aspecto también, su banda sonora es muy enérgica y combina perfectamente con la acción en la pista, incluyendo temas que podrían estar sacados directamente de cualquier juego de las maquinitas que tanto jugamos.

Un detalle interesante que debo destacar de este juego es su accesibilidad y el enfoque que le da a su multijugador local. Poder jugar en pantalla dividida con amigos en el mismo lugar es una de esas experiencias que se ha ido perdiendo poco a poco, por lo que volver a darle a alguien un control para jugar juntos es algo que vale la pena revivir. Además, el juego incluye una buena cantidad de opciones que nos permitirán personalizar la dificultad y los controles, así que es fácilmente adaptable a todo tipo de jugador sin importar su nivel de habilidad. Por si esto te parece poco, también hay contenido desbloqueable, como lo son nuevos vehículos y personajes, que incentivan a rejugar por mucho tiempo el juego y, aunque simples, le dan más profundidad al juego sin llegar a complicarlo realmente.


Veredicto

Victory Heat Rally es un juego que tiene su propia personalidad y a la vez es una carta de amor a los arcades de carreras que jugamos de niños. Con una jugabilidad rápida, divertida y fácil de aprender, pero bastante difícil de dominar, es un juego perfecto para sesiones cortas de juego, especialmente con amigos. Su estilo visual único, combinado con la excelente música, es una propuesta que vale la pena probar este año, así que te invito a darle una oportunidad y que no tengas miedo de comprarlo. Si lo tuyo son los juegos de carreras arcade o buscas una experiencia un poco más distinta para jugar, aquí tienes una propuesta interesante para jugar. Victory Heat Rally es un gran tributo a ese pasado que nos llena de nostalgia, y su trabajo lo logra muy bien al hacernos sentir como estar jugando a las maquinitas nuevamente.

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Información importante: reseña realizada gracias a un código para Nintendo Switch proporcionado por Meridiem Games.

Daniel Zúñiga

Daniel Zúñiga

About Author

Coleccionista de juegos y amante de Japón. Fundador, director y creador de contenido para Revista Yume.

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