Crisis económica y videojuegos de lujo: los gamers pagan la factura.
Como si el gaming moderno no fuera ya lo suficientemente caro, Sony ha decidido aumentar los precios de sus juegos digitales en Brasil y Turquía, citando las “condiciones del mercado”. Tras el alza reciente en las tarifas anuales de PlayStation Plus, ahora los títulos digitales también sufren un ajuste, convirtiéndose en un lujo casi inalcanzable para muchos jugadores en esas regiones.
En Brasil, el sitio GameVicio reveló que juegos como Silent Hill f pasaron de R$349.90 a R$399.90, y Astro Bot subió de R$299.90 a R$339.90. Con la debilitada moneda brasileña, esos R$399.90 equivalen a unos 72.96 dólares, una cifra que duele aún más en un país golpeado por la inflación. Mientras tanto, en Turquía, Ghost of Yōtei se vende digitalmente por 3,449 liras turcas (casi 87 dólares), lo que representa más del 20% del salario mensual promedio de un trabajador turco, generando frustración y quejas en redes sociales.
Por ahora, los juegos físicos mantienen sus precios, aunque se teme que no sea por mucho tiempo. Esta situación deja en evidencia lo vulnerable que es el mercado gamer frente a crisis económicas regionales, y pone sobre la mesa un debate urgente sobre la accesibilidad y el costo real de los videojuegos en diferentes partes del mundo.
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