Sony busca mantener la estabilidad de precios pese a posibles aranceles comerciales.
La posible implementación de aranceles propuestos por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha generado preocupación en diversas industrias, incluyendo la de los videojuegos. Estos aranceles, que afectarían productos fabricados fuera del país, podrían traducirse en un aumento de costos para los consumidores. Ante esta incertidumbre, Sony ha abordado el tema en sus resultados financieros del tercer trimestre, asegurando que está tomando medidas para evitar que los precios de sus productos PlayStation, incluido el PlayStation 5, se vean afectados.
Para mitigar el impacto de los posibles aranceles, Sony ha adoptado una estrategia que incluye la duplicación y flexibilización de sus cadenas de suministro, así como la acumulación de inventario estratégico en Estados Unidos. Además, la compañía está evaluando alternativas de producción fuera de China, lo que podría ofrecer mayor seguridad frente a futuros cambios comerciales. Esta estrategia es similar a la de Nintendo, que ya produce en Vietnam y Camboya, lo que demuestra cómo la industria de los videojuegos se está adaptando a las posibles dificultades comerciales.
Aunque aún es incierto si estas medidas serán suficientes para mantener los precios actuales del PS5 y sus productos asociados, Sony parece estar bien posicionada para manejar la situación. Afortunadamente, los aranceles propuestos aún no se han implementado, y muchos países, incluidos China, Canadá y México, continúan negociando para evitar estas tarifas. Sin embargo, analistas de la industria, como Mat Piscatella, advierten que de concretarse un arancel del 25% en México, podría afectar la producción de juegos físicos y posiblemente elevar los precios de los juegos digitales para mantener la paridad de precios.
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