Mientras Estados Unidos planea un impuesto del 25 % a importaciones japonesas, Nintendo podría enfrentar costos más altos para sus cartuchos físicos, aunque su nueva consola no se verá afectada.
Aunque la futura Nintendo Switch 2 no sufrirá aumentos de precio por los nuevos aranceles propuestos por Estados Unidos a productos procedentes de Japón, los juegos físicos para esta consola sí podrían encarecerse. El expresidente estadounidense Donald Trump anunció que ha pospuesto la imposición de un arancel del 25 % a las importaciones japonesas hasta agosto de 2025. Sin embargo, si finalmente se implementa, afectaría de lleno a los cartuchos de juego de Nintendo, fabricados principalmente en Japón, lo que podría disparar los precios de títulos tanto de la actual Switch como de la Switch 2.
Zhenghua Yang, CEO de Serenity Forge, confirmó que las tarjetas físicas de juegos de Nintendo se producen en Japón y luego se exportan al resto del mundo. Esto significa que, aunque las consolas Switch 2 se ensamblan en Vietnam y no sufrirán directamente el impacto de estos aranceles, los juegos físicos sí tendrían mayores costes de producción. Elementos como carátulas, cajas y ediciones especiales no estarían afectados, pues suelen fabricarse en otras regiones, pero el corazón del producto —los cartuchos— sí estaría sujeto al nuevo impuesto.
Ante este posible escenario, tanto Nintendo como otros estudios que producen juegos físicos se enfrentan a la disyuntiva de asumir internamente estos sobrecostes o trasladarlos a los consumidores. Esto resulta especialmente sensible en un contexto donde títulos como Mario Kart World ya alcanzan precios de 80 dólares, marcando un nuevo techo para los juegos de Nintendo. Si se confirma el arancel, los jugadores podrían ver cómo el precio de sus juegos favoritos aumenta aún más, alimentando el debate sobre el acceso asequible a los títulos físicos en la próxima generación de consolas.
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