El relanzamiento sorpresa de Bethesda se convierte en un fenómeno global sin necesidad de una gran campaña de marketing.
El pasado 21 de abril, Bethesda Game Studios sorprendió al mundo lanzando The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered tras semanas de rumores. En menos de una semana, el título ya había alcanzado los 4 millones de jugadores, una cifra impresionante considerando que no se realizó una campaña de marketing tradicional. Aunque no se detalló cuántos de estos jugadores accedieron mediante Game Pass en PC o Xbox, el éxito refleja la vigencia y fuerza de la saga The Elder Scrolls a dos décadas de su lanzamiento original.
Más que una simple actualización visual, Oblivion Remastered se presenta casi como un título completamente nuevo, atrapando tanto a veteranos de la franquicia como a nuevos aventureros. Su llegada inmediata a lo más alto de plataformas como Twitch demuestra el entusiasmo global, reforzado por el atractivo de ofrecer cientos de horas de contenido a quienes ya cuentan con Game Pass, sin costos adicionales.
Con este resultado, la expectativa crece alrededor de otros proyectos que Bethesda podría estar preparando, como el rumoreado Fallout 3 Remastered. Si el renovado viaje por Cyrodiil ha logrado tal impacto, el futuro para las remasterizaciones de clásicos parece más brillante que nunca.
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