Una respuesta a las ventas de segunda mano.
El innovador Sistema Némesis de Middle-Earth: Shadow of Mordor nació como una solución a un problema financiero que enfrentaba Warner Bros. Según la exejecutiva Laura Fryer, la compañía detectó que muchos jugadores disfrutaban de títulos como Batman: Arkham Asylum sin haberlos comprado nuevos, ya que los adquirían en el mercado de segunda mano. Para contrarrestar esto, el equipo de Monolith Productions buscó una mecánica que hiciera que los jugadores mantuvieran sus copias por más tiempo.
Dado que el motor del estudio no podía manejar un mundo abierto al estilo Grand Theft Auto y que no querían desarrollar un multijugador, surgió el Sistema Némesis. Esta innovadora mecánica permitía a los jugadores generar historias emergentes al interactuar con enemigos que recordaban sus encuentros previos, creando una experiencia única para cada usuario. Su impacto fue tal que influyó en otros títulos como Assassin’s Creed Odyssey, aunque su patente ha limitado su adopción en la industria.
A pesar del cierre de Monolith Productions, la patente del Sistema Némesis sigue vigente hasta 2036, lo que impide que otras compañías lo utilicen libremente. Esto ha llevado a que su impacto en los videojuegos sea más limitado de lo que podría haber sido. Sin embargo, su origen como una respuesta a las ventas de segunda mano demuestra cómo las decisiones comerciales pueden dar lugar a algunas de las mecánicas más memorables en la historia de los videojuegos.
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