El mercado de hardware de videojuegos sufre una fuerte caída, con Microsoft enfrentando los mayores desafíos.
Las ventas de consolas en Estados Unidos han experimentado una notable caída, según los últimos datos de Circana. En febrero de 2025, el gasto en hardware descendió un 25% respecto al año anterior, alcanzando su punto más bajo desde 2020. Aunque el PlayStation 5 sigue superando el ritmo de ventas de su predecesor en un 7%, la situación es más preocupante para Microsoft, ya que las ventas combinadas de Xbox Series X y S han quedado un 19% por debajo de las de Xbox One en el mismo período.
Esta crisis en el mercado de consolas ha llevado a especulaciones sobre el futuro del hardware de Xbox. Microsoft ha adoptado un enfoque más amplio, apostando por su ecosistema en PC y su servicio de suscripción Game Pass, además de llevar títulos como Forza Horizon 5 y Doom: The Dark Ages a otras plataformas. Sin embargo, la compañía no abandona el hardware y tiene planes para una nueva consola de próxima generación en 2027, junto con una consola portátil que buscaría reforzar su presencia en el mercado.
A pesar de la caída en las ventas, algunos expertos creen que el panorama podría cambiar con el lanzamiento de Nintendo Switch 2 y el esperado Grand Theft Auto 6 en 2025, título que podría impulsar significativamente la venta de consolas. Strauss Zelnick, CEO de Take-Two, confía en que los grandes estrenos del año ayuden a revertir la tendencia negativa. Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro de las consolas sigue latente, con un mercado cada vez más inclinado hacia el PC y los servicios digitales.
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