Los analistas alertan sobre posibles represalias contra productos estadounidenses, aunque aún no está claro si se trata de una omisión o una decisión estratégica.
En un movimiento que ha dejado dudas, las PCs y smartphones estarán exentos de los aranceles impuestos por la administración Trump, pero las consolas de videojuegos no (vía The Game Business). Esto incluye las nuevas consolas de Nintendo, PlayStation y Xbox, que podrían enfrentar una tarifa adicional del 125%, según el ex director de GamesIndustry.biz, Chris Dring. Aunque algunas partes de la industria se han aliviado por las exenciones para componentes tecnológicos como los SSDs, la falta de claridad sobre las consolas ha generado incertidumbre en los mercados.
La decisión parece haber sido tomada sin una explicación clara, lo que ha llevado a especulaciones sobre si se trata de una omisión o de una medida intencional. La situación podría también causar tensiones entre los estudios de videojuegos estadounidenses y sus contrapartes asiáticas, especialmente si los consumidores en países como China y Vietnam deciden boicotear productos tecnológicos y juegos provenientes de los EE. UU., como ya se está discutiendo en redes sociales en esos países.
Por ahora, los fabricantes de consolas no planean trasladar el aumento de costos al consumidor, pero si se aplican medidas más severas, eso podría cambiar. Aunque componentes clave como los cartuchos de Nintendo Switch y el almacenamiento sólido han sido eximidos, el hecho de que las consolas no figuren en la lista de excepciones ha prendido las alarmas. La mayoría del hardware de videojuegos, incluyendo mandos y consolas, se produce en países como Vietnam y China, los más afectados por los aranceles. De hecho, Nintendo se vio obligada a pausar temporalmente las preventas en EE. UU. y Canadá debido al impacto previsto de estos impuestos, antes de retomarlas con miras al lanzamiento del 5 de junio.
Mientras tanto, el impacto potencial de estos aranceles ha generado preocupación dentro de la industria del videojuego. La Entertainment Software Association advirtió que los aranceles tendrán un efecto negativo significativo, especialmente sobre la nueva consola de Nintendo, que se espera que se lance con un precio de $450. Aunque Nintendo ha reorientado gran parte de su producción de Switch 2 hacia los EE. UU., la incertidumbre económica sigue siendo un factor de riesgo clave.
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