La compañía prioriza una buena recepción inicial, pero no descarta ajustes si las tarifas cambian significativamente.
Con Switch 2 a la vuelta de la esquina, Nintendo ya está valorando posibles aumentos de precio si la situación comercial internacional empeora. En una reciente charla con inversionistas, el presidente Shuntaro Furukawa afirmó que, aunque el enfoque actual es “popularizar rápidamente el hardware de Switch 2”, no descartan ajustes en el precio si los aranceles sufren cambios importantes.
Por ahora, Nintendo ha tratado de esquivar el impacto de los aranceles de EE. UU. manteniendo el precio base de la consola, pero subiendo los costos de accesorios. Además, están priorizando el envío de unidades fabricadas en Vietnam, donde las tarifas son más favorables, aunque esta estrategia podría verse afectada una vez que expire la pausa arancelaria de 90 días impuesta por el presidente Trump, prevista para julio.
Un informe reciente sugiere que los precios de consolas podrían subir hasta un 69.4%, lo que pondría aún más presión sobre las decisiones de Nintendo. Sony y Microsoft ya han aumentado los precios de sus consolas debido a las condiciones del mercado, altos costos de desarrollo e inflación.
A pesar de todo, Nintendo se muestra optimista: prevé vender 15 millones de unidades de Switch 2 en su primer año, superando el debut de su predecesora. Y con una demanda que ya excede las expectativas, no sería descabellado que se sientan con margen para subir precios si el contexto lo exige.
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